Sólo en África, unos 600 millones de personas no tienen acceso a la electricidad, una parte importante de las cuales vive en zonas rurales. Esto tiene consecuencias económicas, sociales y humanas importantes, afectando a la industrialización, la modernización de la agricultura, la sanidad, la educación, y naturalmente el bienestar de las personas. Por ello, es la primera de las 3 metas del ODS 7 para el año 2030.
¿Qué caminos existen para la «electrificación»?
Entendemos como «electrificación» a la dotación de la capacidad de abastecerse de energía eléctrica por parte de las personas y las empresas de un ámbito o región. En Europa la electrificación es prácticamente del 100%, puesto que las redes de suministro de electricidad son muy extensas y capilares, llegando a cada casa.
Pero no es así en otros lugares, donde esas redes aún no están desarrolladas. Por eso se contemplan tres tipos de actuaciones complementarias para conseguir llegar a cada hogar con electricidad que mejore la vida de las personas, desde tener luz en la noche hasta refrigerar los alimentos para mantenerlos en buen estado.
Te contamos:
1-Extensión de la red eléctrica
Permite entregar electricidad en altas cantidades y además de una manera muy fiable. Pero también es una infraestructura muy cara, que requiere un volumen de consumo significativo para poder justificar la inversión que precisa. Este problema se acrecienta cuando la zona a electrificar es remota con respecto a la red existente.
2-Mini/Micro-redes
Son pequeñas redes autónomas que operan como una gran red pero a pequeña escala. Así, consiguen alimentar con electricidad razonablemente fiable y cada día más barata gracias a los menores costes de la generación renovable y del almacenamiento con baterías. Las tecnologías de la información además permiten automatizar su operación y supervisarla a distancia, lo que mejora día a día su posicionamiento como buena solución para núcleos de población pequeños o medianos, o incluso fábricas. Tienen como desventaja que no gozan de la economía de escala de los grandes sistemas de generación eléctrica, y como ventaja que evitan tener que invertir en nueva red de transporte de electricidad.
3-Sistemas domésticos
Pequeños sistemas para un hogar con uno o varios paneles solares y baterías. Permiten abastecer las necesidades más básicas del hogar, como proporcionar iluminación en la noche o alimentación para una pequeña nevera. En muchas ocasiones son suministrados por empresas con modelos de negocio tipo «pago por uso» o mediante alquiler, de esta forma evitan que el usuario tenga que destinar una cantidad de dinero grande a la compra del equipo.
Si ya sabemos cómo solucionar el problema, ¿qué mas hace falta?
Tenemos la tecnología, el siguiente paso es la planificación y la creación de un marco regulatorio que permita movilizar recursos públicos y especialmente inversiones privadas. En todo esto trabajan organismos y agencias internacionales, y agencias de cooperación de los países desarrollados, facilitando que empresas privadas se lancen a electrificar a tantas personas como sea posible, complementando así la labor de los gobiernos locales.