¿Cuánto CO2 emitimos dependiendo de nuestro tipo de dieta?

Sep 12, 2022

Emisiones de alimentación Vs tipo de dieta

Una parte importante de las emisiones de gases de efecto invernadero de cualquier persona son las asociadas a su alimentación. Cambia de unos a otros, pero habitualmente supone entre el 20 y el 40% del total de las emisiones personales. Está claro que no podemos dejar de comer, pero también que podemos modular y/o variar lo que comemos.

Las dietas con mayor presencia de carne inducen mayores emisiones de gases de efecto invernadero y un mayor impacto medioambiental. Esto es especialmente agudo en los casos en los que la carne tiene origen en animales rumiantes, como vacas, ovejas, o cabras, y lo es porque los aparatos digestivos de estos animales son poco eficientes, lo que hace que digieran de manera incompleta sus alimentos, teniendo que evacuar gases en el proceso entre los que se encuentra el metano (CH4), un gas con un potencial de efecto invernadero 28 veces el del CO2.

Pero volvamos al tema que nos ocupa. De esto puede concluirse, y por supuesto queda ratificado por los datos, que las emisiones de gases de efecfo invernadero asociadas a la alimentación de las personas vegetarianas o veganas serán en general menores que las de aquellas personas cuyas dietas tienen contenido en carne. Las emisiones asociadas a una dieta vegana son habitualmente la mitad de las asociadas a una dieta con contenido en carne. Y sin nos vamos a casos extremos, donde comparemos con una dieta con mucho contenido en carne, podemos ver que la relación entre las emisiones de ambas puede llegar a ser de 1 a 3.

Más allá de la alimentación… una correlación estadística interesante

Durante 2021 The Planet App publicó los resultados de su estudio Cartografía Carbono, edición 2020. Dicho estudio tenía por objetivo comprender cómo es la huella de carbono de distintos grupos de personas. Una de las maneras de agrupar personas empleadas fue la relativa al tipo de dieta.

Al lanzar el estudio partíamos con el prejuicio (en este caso razonable y fundamentado) de que encontrariamos menores emisiones de alimentación en personas con dietas con menos carne. Pero al empezar a tratar los datos nos dimos cuenta de algo que capturó nuestra atención.

Y es que no solo confirmamos nuestro prejuicio, sino que además comprobamos cómo las emisiones asociadas al resto de hábitos de vida de esas personas veganas o vegetarianas también son en promedio inferiores a las de los que consumen carne:  la frugalidad (literal) en la dieta se extiende por tanto a una vida más frugal también en otras categorías, como las emisiones asociadas al transporte, hogar y estilo de vida. Ese es el hecho. Las personas que seguían un tipo de dieta vegetariana son en promedio un 22% inferiores a las que toman carne frecuentemente, más aún si son veganas.

¿A qué puede deberse esto? 

Interpretamos que subyacen factores relativos a las creencias y forma de encarar la vida por parte de las personas que condicionan también el tipo de dieta. Personas con dietas con menos carne también consumen menos de otros productos, y emiten menos para transportarse, por ejemplo por un menor uso del avión. Tiene sentido si pensamos que una parte importante de aquellos que deciden no tomar carne suelen declararse concienciados con el cuidado del planeta, y esa es una de las principales razones (no la única) para alterar su dieta, y como vemos no solo su dieta.